Turismofobia
¿ Qué es la turismofobia ?
La turismofobia es el fenómeno que ha comenzado a tomar fuerza en la investigaciones de algunos antropódos ; y se refiere al resultado ocasionado por la mala planificación de los destinos turísticos y que ha venido a reflejar sus efectos gracias a las grandes cantidades de turistas que llegan a las ciudades.
Las razones de turismofobia
Las manifestaciones de turismofobia no van contra el turismo, sino contra los abusos del turismo, porque este, como cualquier actividad humana, tiene costes, y negarlos es negar la evidencia. Recordemos que en la última encuesta entre la población de Barcelona, el impacto del turismo se ha convertido en su principal causa de preocupación.Tiene costes y, por supuesto, beneficios. Sin embargo, lo que no es tan obvio es que nuestro modelo turístico es increíblemente ineficiente en la parte de los beneficios, y eso es lo que muchas personas que sufren los costes comienzan a percibir.
Las manifestaciones de turismofobia deben movilizar a nuestras autoridades en dos direcciones, ambas necesarias. La primera es represiva, y debe dirigirse contra la turismofobia y contra los turistas que abusan de sus vecinos. La segunda es replantear el modelo turístico para que cree prosperidad (que, sin duda, puede crearla) y para distribuirla de manera decente. Hoy por hoy, el turismo sólo beneficia a los propietarios de inmuebles, y todo el mundo debería enten-der que eso no es ni acepta-ble ni sostenible.
La Turismofobia en España
Los ciudadanos de Barcelona, Madrid, Valencia y Palma de Mallorca reciben a millones de turistas todos los años y los visitantes, afirman, han convertido las vidas en un auténtico infierno. La masificación, el ruido y los edificios convertidos en hoteles clandestinos, son inherentes al “turismo de borrachera” y eso ha generado el rechazo absoluto de quienes sufren las consecuencias.
Mientras algunos negocios se frotan las manos, otros se las echan a la cabeza. Alojar a estos turistas se ha convertido en un arma de doble filo. Cada vez son más los propietarios, que convierten sus pisos en apartamentos turísticos para sacarles la máxima rentabilidad.